Sueños


Preámbulo

En el principio, Jehová se comunicaba con nuestro padre Adán, directamente, él escuchaba la voz divina (Génesis 3.8-10); Dios hablaba con él así, porque había en Adán santidad y pureza. Pero cuando vino la desobediencia, se dio la separación del hombre de su Dios (Génesis 3.1...). Debido a ello, en este tiempo solo la persona que en verdad se aparta del mal, puede lograr acercarse a su creador. Dependiendo del grado de santidad, obediencia y nivel espiritual del creyente, así es la cercanía con su Dios.

 

Los sueños han sido desde siempre el medio que Dios ha utilizado para comunicarse con el hombre. El ser humano, por ser una criatura creada e imperfecta, no puede tener contacto directo con su creador, por esta causa a Jehová le es necesario buscar la forma para hacerle saber su voluntad y demás cosas que quiere comunicarle; los sueños son uno de los medios a través de los cuales él logra su objetivo. Es por ello importante tomar en serio esta vía de comunicación divina. Acompáñeme un momento.

 

Según la biblia registra en sus páginas, estas son algunas de las ocasiones en las que Jehová se ha presentado en sueños.

En la antigüedad

. Se manifestó a Abimelec rey de Gerar, después que él había tomado a Sara mujer de Abraham y quería que fuera su esposa (Génesis 20.1...).

. A Isaac, también en Gerar, después de una serie de disputas por unos posos de agua (Génesis 26.24).

. Además, a Jacob, cuando huía de su hermano Esaú e iba a la tierra de Harán (Génesis 28.12-16). También para hacerle volver de Harán a Canaán (Génesis 31.10-13).

. A Labán, para que no tratara mal a Jacob, cuando éste huía de él (Génesis 31.24).

. A José, al revelarle lo que él haría con su vida en el futuro (Génesis 37.5-10).

. A los siervos de Faraón, el copero y panadero (Génesis 40.5-19).

. También a Faraón, sobre el hambre que se aproximaba a Egipto (Génesis 41.1...).

En los días de los jueces y reyes de Israel

. Dios reveló un sueño a un enemigo de Israel, para animar a Gedeón a pelear contra Madian (Jueces 7.13-15).

. Salomón recibe la sabiduría, cuando Jehová se le presenta en sueños (I Reyes 3.5-13).

Deportación a Babilonia

. Daniel recibe el sueño que Nabucodonosor pedía le mostrasen, en un sueño nocturno, y también su interpretación (Daniel 2.19). Además, la manifestación de las cuatro bestias, es dada a Daniel por este medio (Daniel 7.1...).

. Nabunodonosor tiene dos revelaciones importantes para su vida y para el planeta en general, en visiones nocturnas (Daniel 2.1...; 4.5,10-17).

 

Hay otros casos en los que Dios se manifestó de esta manera al hombre en la antigüedad; pero es el deseo de Jesús que usted que participa de esta lectura aprenda a aprovechar cualquier revelación que él envíe a su vida por este medio, el de los sueños. Si bien es cierto que hay a veces, o muchas veces, sueños que no son de tomar en cuenta, también es verdad que hay otros que si son dignos de atención porque contienen revelación divina. Esta revelación nocturna o sueños, Jehová los da primeramente a sus hijos, los que hemos nacido de nuevo; pero hay ocasiones en las que revela a los amigos también por esta vía.

 

"...En una o dos maneras habla Dios; pero el hombre no entiende. Por sueño en visión nocturna, cuando el sueño cae sobre los hombres... entonces revela al oído de los hombres, y señala su consejo. Para quitar al hombre de su obra... detendrá su alma del sepulcro..." ( Job 33.14-18 ).

 

Ya hemos visto, además, el caso Abimelec rey de Gerar, el de los siervos de Faraón, el del mismo Faraón y el del soldado madianita, como Dios les reveló cosas importantes para sus vidas.

Los profetas

Cuando Jehová Dios sacó a los israelitas de Egipto, en el desierto, hizo saber a Aarón, a María y a todo el pueblo, la forma en la que él se iba a comunicar con ellos después de Moises, pues con él hablaba cara a cara (Números 12.8). El Señor les manifiesta que se comunicaría con ellos por medio de los sueños, que está sería la vía que utilizaría para hacerles saber su voluntad. "...Cuando haya entre vosotros profeta de Jehová, le apareceré en visión, en sueños hablaré con él" (Números 12.6). La revelación comenzó a llegar a los israelitas a través de personas a las cuales Dios visitaba en la noche, mientras dormían, en sueños. Había profetas de ambos sexos, tanto hombres como mujeres (Jueces 4.4; II Crónicas 34.22).

 

Era tan importante la profecía para los israelitas, que en el principio del gobierno de los jueces, pocos años después de haber entrado en Canaán, tuvieron por gobernadora o jueza a una profetiza, a Débora (Jueces 4.4). En sí, los jueces que gobernaron a Israel antes que hubiera rey en este pueblo, fueron todos o casi todos, profetas, hombres que tenían temor y comunión con Dios.

 

En la época de Isaìas el "pueblo de Dios" no quería escuchar la verdadera profecía y decían a los profetas que no les hablaran la verdad divina sino que les profetizaran mentiras (Isaías 30.9-11). Es de suponer, que algunos "profetas" complacían al pueblo corrupto y les profetizaban la mentira que querían oir. Para poder ser un fiel profeta, un vaso útil a Dios, alguien que sin importar cualquier cosa habla la verdad divina, es necesario apartarse del mal, santificarse (Jeremías 23.22; I Timoteo 2.21), pues solo entonces se tiene la valentía para ello. La persona que recibe un sueño y está en comunión con Jesús, sabe cuando el sueño es revelación divina y cuando no, con la ayuda del Espíritu Santo.

 

En los días de Jeremías, Dios reprende a los israelitas por haber corrompido la profecía, porque había muchos que contaban sueños mentirosos a sus hermanos. "He aquí, dice Jehová, yo estoy contra los que profetizan sueños mentirosos, y los cuentan, y hacen errar a mi pueblo..." (Jeremías 23.32).  Jeremías vivió en una época donde muchos decían ser profetas divinos, pero sin temor de Dios y sin conocerle, por lo cual hablaban el antojo de su corazón (Jeremías 23.9-32). Como dice la Escritura, endulzaban sus labios diciendo que Dios les había revelado, sin ser verdad. "...He aquí que yo estoy contra los profetas que endulzan sus lenguas y dicen: El ha dicho" (Jeremías 23.31).

 

El propósito de Dios con la profecía, es guiar a su pueblo por el buen camino y guardarle de cualquier adversidad, en esta vida. A quien no le gustaría tener la honra de decir que Jehová le habla o le ha hablado, pienso que a cualquiera; pero esta honra es para la gente que se acerca a Dios con las manos limpias y el corazón puro. Sí se es pecador, Jehová no se puede glorificar por medio del inmundo.

 

Hubo profetas en Israel, todo el tiempo que estuvo en Palestina: desde que salió de Egipto, durante la deportación a Babilonia (Daniel y Ezequiel), después de la deportación (Ageo, Zacarías y Malaquías), y aun hasta la venida de Jesús a este mundo (Juan el bautista). Según se puede notar en la biblia, después de Malaquías hubieron más profetas en el pueblo israelita, la única diferencia es que lo que vieron no quedó registrado en ningún libro, pero sí existieron. Por ejemplo, vemos que cuando Jesús nace, estaba en el templo de Jerusalén, Ana, la cual era una profetiza de la tribu de Aser (Lucas 2.36).

 

Tomando este ejemplo, podemos notar como la palabra de Dios dice que Ana había estado casada siete años, y cuando Jesús nació tenía ochenta y cuatro años de ser viuda (Lucas 2.36-37). En ese tiempo daban a las mujeres en casamiento bien jovencitas; digamos que Ana se casó de quince años, tendría al nacer Jesús unos ciento seis años. Lo anterior significa que esta mujer de Dios era profetiza por lo menos hacía unos ochenta años atrás, antes del nacimiento de Jesús. De manera que al igual que Ana, lo más seguro es que existieron otros profetas y profetizas, después de Malaquías hasta la manifestación de Jesús.

 

Los profetas han llegado hasta nuestros días, pues Dios no cambia, él es el mismo ayer, hoy y por todos los siglos (Malaquías 3.6; Hebreos 13.8). Muchos eruditos argumentan que lo que ha llegado hasta nosotros es el espíritu de la profecía y no los profetas. Pero yo pregunto: ¿Cómo se le llama al que trabaja en la herrería? ¿no se le llama, herrero? o ¿cómo se le llama al que labra la tierra? ¿no se le llama, labrador? y ¿cómo se le llama al que predica? ¿no se le llama, predicador? De la misma manera a la persona que profetiza, debe llamársele como se le ha llamado desde siempre, profeta. Como ya he dicho no cualquiera tiene este privilegio, el de profetizar, pues la verdadera profecía viene directamente de nuestro creador. En la época de los apóstoles había profetas (Hechos 11.27-28), y aún de la misma iglesia de nuestro Señor Jesucristo surgieron muchos (Hechos 13.1; 15.32; I Corintios 12.28; 14.29).

 

Esto significa que si hubo profetas en el principio o comienzo de la iglesia de Dios, todavía los hay, pues estamos en una misma era, la era de la iglesia gentil. Además, tenemos que tomar en cuenta que el tiempo está detenido en el reloj divino, desde la venida de Jesús a esta tierra, hasta hoy. Más.

 

De manera que en estos días, en los actuales, hay hombres y mujeres por medio de los cuales Jesús se manifiesta para bendecir a su pueblo y a las personas en general.

 

Precaución

La profecía está vigente en nuestros días, y por tanto, los profetas también, pero es de ser muy cuidadoso. Como advierte nuestro Señor Jesús en su palabra, no hay que creer a todo espíritu, no es de creer a cualquier persona que diga yo soñé esto o lo otro o Dios me dijo esto, sino que es de pedir la dirección de Jesús y escudriñar los espíritus, viendo qué clase de persona me dice la revelación. En la primera epístola del apóstol Juan dice: "Amados, no creáis a todo espíritu, sino probad los espíritus si son de Dios; porque muchos falsos profetas han salido por el mundo" (I Juan 4.1).

 

Para no ser engañado es indispensable tener la guianza del Santo Espíritu de Dios, de lo contrario se cae en cualquier trampa enemiga. La biblia manifiesta que es el Espíritu Santo quien nos guía a toda la verdad, cuando ya hemos nacido de nuevo (Juan 16.13). Si alguien nos comunica alguna supuesta revelación (si creemos que lo amerita), es importante que vayamos en oración a nuestro Dios y pidamos su dirección en el asunto, haciendo esto difícilmente seremos sorprendidos.

Importancia

Muchas cosas bien importantes a nivel global fueron reveladas por Jehová Dios a través de los sueños. Jeremías, según se entiende en la biblia, estando acostado en su cama (Jeremías 31.26), recibiò la revelación donde Jehová hablá a Israel del Nuevo Pacto que él haría con ellos y sobre todo con el pueblo gentil (Jeremías 31.31-33). Nabucodonosor fue visitado por Dios mientras dormía y le fue revelado lo que acontecería en toda la tierra, desde su época hasta el inicio del milenio (Daniel 2.1...). Cuando José descubre que María está embarazada y quiere dejarla, Jehová le habla en sueños para que la reciba (Mateo 1.20). Tambièn para evitar que Herodes matara al bebe Jesús, le fue dicho en sueños a José que huyera a Egipto (Mateo 2.13). Muerto Herodes, en sueños, José recibe la orden de regresar de Egipto a su tierra (Mateo 2.19-20).

 

Estos sueños guardaron la vida de nuestro Salvador, para que llegara a la cruz y nos diera salvación. De igual manera nosotros y los seres que amamos, podemos ser guardados de muchas contrariedades y aun de la misma muerte, por este medio. El ser humano que tiene el privilegio de recibir revelación divina por medio de los sueños, debe sentirse bienaventurado, porque lo es. Pero no por el hecho de recibir un sueño la persona puede ser considerada profeta, sino que profeta es alguien que constantemente está recibiendo sueños, que verdaderamente vienen de Dios, los cuales se cumplen y ayudan su vida y la de otros (Deuteronomio 18.21-22).

Mi experiencia

Prácticamente desde que regrese al evangelio, comencé a recibir sueños de mi Señor Jesús. Al principio eran poco frecuentes, recibía revelaciones esporádicas; pero a medida fui acercándome a Jesús las visiones se hicieron más constantes. Desde hace muchos años atrás, cada noche, madrugada o día, Jesús me revela lo más importante que me acontecerá el día porvenir, y, el futuro, por supuesto. De esta manera Jesús me ha guardado del mal, de meterme en problemas, de resbalar y en general de muchos sinsabores. Por esta vía mi Señor me ha revelado que le sirvo a nivel mundial, que tomo el ministerio que un día le pedí.

Entendiminento

Es de saber comprender los sueños o visiones nocturnas, porque Jehová los envía por diversas razones. Necesario es conocer que no por el hecho de que se ha soñado algo o alguien nos cuenta alguna visión, tiene que suceder aquello, desde luego que no. Sí es una revelación contraria a nosotros, el deseo de Jesús es que no pasemos por esa mala experiencia, y por ello nos envía la advertencia. Por ejemplo, un sueño sobre la muerte de un ser querido o la nuestra, Jesús nos avisa de esto para que oremos y no ocurra nada de ello.

 

Una vez una hermana me contó con gran entusiasmo, sobre un sueño de un accidente que ella había tenido, me dijo: sucedió como el Señor me lo revelo. Pero si Jesús mostró esto a su vida, era para que no pasara por esta experiencia, para que orara y no sufriera este sinsabor, no para que se jactara de la revelación. O si un hermano/a sueña que se casa con otra persona, estando ya casado/a, tal visión llega para evitar que suceda esto, no para que diga: el Señor me lo reveló y tiene que cumplirse, etc.

 

Una vez tuve un sueño donde era asaltado por varios sujetos, en la mañana ore, y en la tarde, cuando andaba predicando en cierto lugar con otro hermano, mientras él predicaba, se acercaron unos malhechores, yo les vi la intensión y me acordè del sueño, pero solo fue eso, la intensión, no me dijeron nada ni me hicieron nada, porque ya había orado para que no sucediera. En otra ocasión me reveló sobre una mala acción que yo iba a hacer y el rumbo que mi vida iba a tomar debido a esa falta, pero no sucedió ninguna de esas cosas, porque fui advertido y ore para que no pasara.

 

Los sueños son una mirada al futuro, y por tanto, muy importantes, porque a través de ellos conocemos sobre lo porvenir, sea bueno o malo. Si es bueno, es para que uno sepa lo que sucederá y esté preparado; pero si es malo, para que ore y evite pasar por esa situación adversa. Con los sueños difícilmente un hijo de Dios sufre cosas innecesarias en esta vida, ya que está un paso adelante del enemigo de nuestras almas, del diablo. No es de menospreciar esta manera que Jesús tiene para comunicarse con nosotros, ya que es para nuestro bien, y como hemos visto, así se comunica con los profetas desde la antigüedad hasta hoy.

Conclusión

Como hemos visto, los sueños son muy importantes y por tal razón es de valorar y aprovechar esta vía de comunicación divina. Hay otras maneras a través de las cuales Dios se manifiesta al ser humano; pero este medio, el de los sueños, es bastante utilizado por Jesús para guiarnos y guardarnos en este mundo. Espero que este breve estudio, le haya ayudado a comprender mejor sobre este tema y aproveche al máximo la revelación divina. Dios le bendiga. Amén.

Citas; Reina Valera 1960